Descubro
de repente
más allá de las horas perdidas
del recorridode la canción
del humo del viaje del amor
que nunca puedes plantearte objetivos
que los aciertos los fracasos
huelen suenan saben
igual
y aún me dejo dos
cuando abra los ojos la habitación
dejará de dar vueltas
quizás
el cuerpo que aprieta será fácil
no habrá bisontes ni tortugas
ni restos de otra noche en la cafetera
una terraza con vistas a una playa a una orilla
sin resaca
caminar descalzo hasta el espejo
sonreír
la caricatura del triunfador
huir
otra vez
sin memoria
otra vez
y no volver
tantas veces lo mismo
aún sufren las porteras las despedidas
no mirar atrás nunca fue difícil
un cigarro
un taxi
casa
el libro en la cama abierto en la página cincuenta y dos
el cepillo de dientes
las zapatillas bailando claqué
la persiana celosa
el antifaz escondido en la mesita
el colchón frío
quién se atreve a poner la banda sonora
y el cielo
quizás un clásico
txaikovski bach o ferreiro
desayuno cápsulas ristretto y croissants eismann con mermelada de frambuesa
cagaré leyendo la página cincuenta y tres
amanece sin permiso
el sol invade los ceniceros vacíos las piscinas
los niños gritan sin piedad engullen verano
siestas deseos
y en el baño
las huellas de tus dedos en el monomando todavía
agua tibia
el corazón me hará saltar por los aires si repites
robaré una verdad
otra
mentira
para excusarme delante de tu público
y querría ser sincero y hasta mortal y quizás delicado
...
detrás de la puerta
seguro
volveré a encontrar el albornoz rojo de la alegría